PIRAMIDE DE COBRE

Sanación en Pirámide

Eleva tu vibración. Desbloquea tu esencia.

¿En qué consiste?

Esta terapia única combina una estructura piramidal de cobre, diseñada con las proporciones de la Gran Pirámide de Gaza, con técnicas ancestrales y modernas de sanación: hipnosis terapéutica, magnetismo, cristaloterapia y geometría sagrada.
Dentro de este contexto energético, tu cuerpo-mente-espíritu trabaja de forma sincronizada para liberar lo que te impide avanzar, reconectar con tu propósito y vibrar a un nivel más alto.

¿Qué trabajarás en esta terapia?

Emociones atrapadas: ansiedad, depresión, miedos paralizantes, fobias.
Hábitos y conductas que sabotean: adicciones, patrones repetitivos, relaciones tóxicas.
Sueño alterado, tensión constante y falta de paz interior.
Bloqueos energéticos, campos vibracionales desalineados, falta de conexión espiritual.
Búsqueda de sentido, llamada interna, guía superior: conexión con tu Yo superior o tus guías.

¿Por qué una pirámide y por qué cobre?

La forma piramidal concentra energía; se han observado efectos de vórtice electromagnético en la Gran Pirámide de Gaza
El cobre es conductor energético: potencia el flujo, amplifica la resonancia vibracional del campo interno.
Este espacio «sagrado» crea un contenedor vibratorio que acelera los estados de relajación profunda, introspección y transformación.

¿Qué experimentarás?

Preparación energética
Entrada al espacio, limpieza ligera, sonidos de cuencos tibetanos o similares, respiración guiada. Te instalas en la pirámide consciente y corporalmente.
Inducción hipnótica + energética
Una mezcla de hipnosis terapéutica con herramientas chamánicas: visualizaciones, simbolismos, liberación de memorias emocionales.
Trabajo profundo de liberación y reprogramación
Bajo el efecto de la estructura piramidal y el entorno vibracional, se liberan emociones bloqueadas, patrones limitantes y sistemas de creencias automáticos.
Conexión con tu guía o Yo superior
En el marco de un espacio geométrico potenciado, accedes a una visión más ampliada, a mensajes, a claridad de propósito.
Renovación energética y cierre
Utilización de luces, cristales, sonido, para revitalizar tu campo, integrando lo sanado. Saldrás con una sensación de fuerza, equilibrio y «algo ha cambiado».

¿Para quién es?

Para personas que quieren:

Ir más allá de la terapia convencional y entrar en un cambio vibracional profundo.
Sentir que recuperan el control, la claridad y la armonía en mente-cuerpo-espíritu.
Conectar con su parte espiritual, energética, trascender lo cotidiano.

Tirar de la raíz del bloqueo, no solo tratar el síntoma.

¿Cuántas sesiones y qué resultados puedes esperar?

Cada sesión dura aproximadamente entre 1 hora 30 y 2 horas, y los resultados varían según tu resonancia, tu disposición, tu proceso interno.
Algunas personas logran saltos importantes desde la primera sesión; otras requieren varias para profundizar.

Los resultados esperables:

Mayor calma interior, reducción de ansiedad, mejor sueño.
Más claridad mental, mejor enfoque vital.
Sentimiento de alineación con tu propósito, conexión energética.
Cambios duraderos: no solo aliviar síntomas, sino transformar tu vibración, tu modo de Ser.

¿Por qué elegir esta terapia y no otra?

Espacio único: la pirámide de cobre no es común; el entorno vibracional está diseñado para facilitar el acceso profundo.
Método integral: cuerpo, mente, emoción, espíritu trabajan juntos, no en compartimentos aislados.
Enfoque auténtico y directo: se habla con claridad, sin promesas vacías, con respeto al proceso real y profundo.
Experiencia y profesionalidad que aseguran que no estarás solo/a, sino guiado/a.

¿Listo/a para dar el paso?

La invitación es esta: entra, permite que lo que ya no sirve caiga, permite que tu frecuencia se eleve. Si sientes la llamada, responde.
Para reservar tu sesión:

Teléfono / WhatsApp 696962055
O mediante formulario de contacto.
Trae contigo intención, coherencia y ganas de cambio.
El cambio real empieza ahora.

Qué dice la investigación sobre la “energía de la pirámide”

Estudios del equipo de Osamu Takagi y colaboradores documentan lo que llaman “pyramid power”: estructuras piramidales (PS) que tienen efectos medibles en biosensores (rodajas de pepino) colocados bajo o en el ápice de la pirámide.

Detectaron que la pulsación de gases emitidos por los biosensores variaba cuando había una pirámide cerca, incluso sin que la persona estuviera dentro.
Que la orientación de la pirámide al eje norte-sur favorece los efectos observados.
Que los efectos se modifican según la temporada (verano/invierno) en algunos experimentos.

Otros trabajos indican que la forma piramidal puede influir en campos magnéticos, iones negativos, procesos de relajación o estabilización del sistema nervioso. Por ejemplo:

Según un artículo, las pirámides podrían generar iones negativos, lo que beneficiaría el cuerpo humano al mejorar su “campo electromagnético” interno.
Estudios con animales (ratas) y modelos de pirámides mostraron reducción de estrés, mejora de antioxidantes, mejor curación cuando se colocaban dentro de una pirámide modelo orientada correctamente.

Teorías sobre cómo podría operar a nivel energético-espiritual:

La geometría de la pirámide actuaría como “concentrador” o “amplificador” de energías telúricas y cósmicas.
En el campo de terapias energéticas se supone que la energía-vibración del entorno influye en el “cuerpo energético” del ser humano (aura, chakras, meridianos) al entrar en una estructura piramidal.
Desde la visión alternativa, la pirámide logra sincronizar o alinear el campo humano con su propósito vibracional, liberando bloqueos que en entornos normales no se transforman tan fácilmente.

Cómo se aplica al “campo energético humano”

Basándonos en lo anterior, aplicamos estos efectos al humano de la forma siguiente:

Cuando entras en una pirámide orientada correctamente, tu sistema nervioso (y con él tu campo energético) encuentra un “campo contenedor” donde la mente consciente se relaja, baja el ruido mental, y se abre espacio al inconsciente plausible de transformación.
El campo energético humano —aura, meridianos, chakras— puede “recibir” influencia de esa arquitectura: se reduce tensión, se potencia coherencia electromagnética interna, se liberan resonancias de vieja data que se mantienen fuera de “estructura”. (Por ejemplo: estrés crónico, disonancia emocional)
La geometría piramidal favorece que la energía residual (emociones atrapadas, patrones limitantes) se disuelvan más fácilmente sea porque el “conductor” de la pirámide (cobre, metal, estructura) facilita el flujo, o porque el entorno mental se modula hacia estados de relajación profunda.
Se crea un “campo de trabajo” energético que puede acelerar procesos de hipnosis, regresión o sanación porque se reduce la resistencia del ego y se amplifica la receptividad del inconsciente.

Qué factores importan para que funcione bien

Para que esta terapia tenga mayor coherencia (y diferencia frente a “todo vale”), conviene que se consideren estos factores:

Orientación: La pirámide debe estar alineada al eje norte-sur verdadero. Esto aparece varias veces como requisito en los estudios.
Material/conductividad: El material (metales como cobre) parece influir en la eficacia manifestada. En el ámbito energético que tú trabajas (Umbanda/Kimbanda + hipnosis) esto reforzaría tu sello.
Relajación/estado interno del sujeto: Si la persona entra con tensión, expectativa alta o resistencias conscientes, el “campo” no se aprovecha igual. Se sugiere un estado de predisposición.
Tiempo de exposición: Hay estudios que indican efecto persistente tras salir de la pirámide, o que el entorno “carga” algo que sigue actuando.
Tamaño y proporción de la pirámide: No todas las pirámides generan el mismo efecto; la proporción (altura/base) similar a la de la Pirámide de Gaza aparece en muchas referencias.